viernes, 13 de febrero de 2015

Humor: Embajadas espaciales en Lima

No es coincidencia que ante la desactivación de la DINI, aparezcan los "raelianos" queriendo construir una embajada extraterreste en Lima. Resulta que sin el acoso policial, los visitantes espaciales podrían legalizar su situación y de pasadita preparar terreno para una invasión.

Los expedientes secretos DINI (encontrados debajo del Congreso), darían cuenta de que los alienígenas que conviven entre nosotros pertenecen a una segunda generación de visitantes. Y que no son iguales a los primeros que llegaron hace años, en una onda tranquila de "peace and love".

Atrás quedaron los tiempos de Poggi y su verde cabello, los bailes de la hermana de Jabba the Hutt (Monique Pardo), las estiradas máscaras de Jimmy Santi y los esfuerzos de Susy Díaz para ocultar su "inteligencia espacial". Estos primeros extraterrestres se mezclaron con la farándula y pasaron desapercibidos.

Fue la segunda oleda de visitantes la que trajo lo peor de la galaxia, seres tan despiadados y maléficos que hacen que la antigua serie "V: invasión extraterrestre" parezca disneylandia en bicicleta.

Esta nueva generación se aprovecharía del distraído limeño y ya no necesitaría disfraz alguno: taxistas, microbuseros, cobradores, mototaxistas y demás subespecies hoy se muestran al natural, sin máscaras. Con excepción de las cucarachas espaciales que manejan "Orión" (nombre de su galaxia natal).

Los únicos que notaron esto (por pura casualidad) fueron los agentes de la DINI, que entre tanto fallido chuponeo a los políticos, terminaron descubriendo a estos seres espaciales. Lo consignaron en sus expedientes y tenían casi lista la conferencia de prensa, con el Ministro Urresti vestido como ALF.

Por fin tendríamos explicación a tanto caos: combis intentando alcanzar la velocidad de la luz, extraños olores al interior de las cústers, el desconocimiento de las señales de tránsito (en el espacio no hay reglas) y la normalidad con la que manejan y aplastan a especies inferiores como la nuestra.

Finalmente no se dió. Extrañamente cerraron la DINI y el secreto seguirá oculto para todos.... menos para el alcalde de turno, quien ya firmó una alianza con estos seres, adoptó el "sol" como su emblema y construirá varias embajadas color amarillo, previa "comisión" por su esfuerzo y dedicación.

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