Acabo de leer que según las encuestas, el 53% de limeños está de acuerdo en suspender el Corredor Azul. Y después se quejan del caos en el transporte. No somos consecuentes con lo que queremos, o hay algo raro en las encuestas.
Pongámonos en el supuesto que la encuesta sea real, esto confirmaría mi teoría de que la mayoría de limeños no saben lo que quieren. Por un lado exigen solución al tráfico y por el otro arremeten contra cualquier intento de orden, porque sienten que atentan contra su "comodidad" o quizá por simple egoísmo y desinformación.
Ahora supongamos que se trata de una encuesta arreglada, con participación de la gente adecuada y realizada en sitios claves. Digo esto, porque nunca en toda mi vida me ha abordado algún encuestador, tampoco a mis familiares, ni a mis amigos. Si fuera algo real, por una cuestión de estadística en algún momento de nuestras vidas ya nos hubieran preguntado.
Ademas resulta sospechoso que dichos resultados salgan justo cuando las autoridades de Lima y Callao se encuentran en "conversaciones" acerca del transporte. No sé para que conversan tanto entre ellos pero excluyen al MTC, quien es el que debe organizar una autoridad única y poner las reglas de juego en claro.
Seguramente la actual gestión limeña va a tomar la "acertada" encuesta como pretexto para eliminar todo vestigio de reforma, porque "el pueblo lo pide". ¿Y dónde queda la planificación y la visión de ciudad a largo plazo?. Osea, si el pueblo pide mototaxis en la Vía Expresa, mototaxis les pondrán. Tampoco es así, un poco de criterio señores, ya basta de permitir negociados a costa de Lima y sus habitantes.
Si la mayoría de la gente no sabe bien lo que quiere, los gobernantes son los responsables de informar, educar y orientar a esos ciudadanos. Pero si los gobernantes se dejan guiar por sus propios impulsos, afán de lucro y de notoriedad, ¿cómo quedamos el resto de mortales?.
Por eso yo creo en las encuestas a medias, pero no hago caso a sus números, más bien me detengo a pensar en la clase de preguntas que manejan, las cuales me indican hacia donde quieren manipular la opinión pública.
Por lo que veo, están preparando el terreno para eliminar cualquier reforma que amenace a las grandes mafias del transporte. Están cediendo el paso al desorden, disfrazándolo con un aumento de escaleras, bypasess y metropolitanos. Lo que le gusta a la gente.
Y mientras tanto: adiós a lo avanzado, bienvenido el caos. Aplaude Orión.
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