A falta de ideas por el calor y la escasa ventilación en la oficina, me puse a buscar algunos poemas dedicados a Lima. Encontré desde los conocidos clásicos del colegio, hasta algunos con el estilo crudo de Joaquín Sabina. Todos y cada uno tienen su visión diferente, una mirada distinta a la ciudad. Pero no reflejaban mi sentir del momento, de este preciso momento.
¿Por qué no intentar elaborar uno? por el día de hoy podría aprovechar el anonimato para hacer mis pininos en poesía, pensé. Al final, terminé escribiendo un poema digno de la escuela primaria. Total, por algo se empieza.
No será un ejemplo literario, pero resultó un ejercicio recomendable para distraerse un poco de los problemas y refrescar la mente, algo que cualquiera podría intentar.... quizá algún día lo tome más en serio.
Bajo el calor limeño
Maldito calor limeño,
verano infernal,
hacen falta mil aguaceros
que me puedan enfriar.
Extrañando tu gris cielo,
por las calles al andar,
goteo y me lamento
en mi apurado caminar.
Refugiada bajo un árbol
viendo a la gente pasar,
es mi mayor consuelo
ver un heladero arribar.
Ahogada en la oficina
y sin aire que respirar,
solamente por hoy deseo
ver a la noche llegar.
Solamente por hoy quiero
llegar a casa a descansar.
Tessa
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