Empiezo este blog como un lienzo en blanco para expresar abiertamente mi opinión sobre la situación de Lima y la experiencia de vivir en ella, un lugar para los recuerdos, anécdotas y el humor. El escribir sirve de terapia anti-estress y a la vez espero que su lectura también saque una sonrisa, invite a la reflexión
o simplemente ayude a pasar el rato y olvidar el calor dentro de la combi en verano, la larga cola en alguna institución del
Estado o en una de esas tantas situaciones del día a día.
Veo este espacio como un lugar
para dar rienda suelta a nuestro sentido del humor y también de indignación e
impotencia ante situaciones cotidianas que extrañamente se han vuelto normales
para la mayoría.
Debemos admitir, que aunque siempre estamos disconformes, al final terminamos queriéndola y extrañándola cuando viajamos, porque Lima tiene ese
mágico encanto, cercano a una relación amor-odio que nos saca de quicio a
veces, pero que nos hace siempre volver a ella.
Habitar Lima implica nuestra relación con la ciudad y la creación de vínculos con nuestro entorno, recordemos que Lima es como nuestra casa y la forma en que la tratamos
refleja nuestra educación y cultura…. pero de eso hablaremos en otro momento.
Finalmente, creo que esta frase del poema de Jorge Luis Borges, dedicado a su querida Buenos Aires, puede aplicarse también al sentimiento de habitar Lima:
“...no nos une el amor sino el espanto; será por eso que la
quiero tanto”
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