"Con mis hijos no te metas", si estás leyendo esto es porque simpatizas con dicha frase. A lo cual yo respondo: "con mi ciudad no te metas".
No te metas con sus áreas verdes, no pises su jardín, no ensucies las calles, no botes basura al río, no orines en la vía pública. Sé un ciudadano en todo el sentido de la palabra, pero por sobre todo, piensa antes de actuar.
Durante la marcha se ha podido apreciar el poco respeto que la gente tiene con su ciudad, las áreas verdes y hasta por su propia integridad, caminando bajo el inclemente sol y exponiendo a sus hijos a la radiación solar, pero eso no les importa, primero está hacer caso a pie puntillas a los líderes religiosos y políticos que los lideran. Y me quedé pensando, ¿de donde viene todo esto?
La educación viene desde la casa, el respeto se aprende en la familia. Pero ¿qué podemos esperar de hogares donde prima el machismo y el racismo, hogares donde los padres no leen y sólo se dedican a seguir los chismes de la farándula televisiva?. Hogares sin valores generan mentes en blanco, listas para ser adoctrinadas.
Tú que estás leyendo esto, no te das cuenta que detrás de toda esta parafernalia están los grupos religiosos y políticos que necesitan mantener a la gente en la ignorancia y dependencia, porque para ellos eres visto como una fuente de dinero y/o votos. Quizás no te has detenido a observar que tu pastor vive con lujos: buena casa, autos caros, terrenos, etc. que si bien están a nombre de la "iglesia", al final quien los disfruta es él y su familia, mientras tú te rompes el lomo trabajando para darle el diezmo. No es justo, lo sé, pero los malos religiosos y los políticos viven de eso. Ellos no trabajan como el resto, viven del aporte de la gente y para que la gente aporte deben mantenerlos en la ignorancia: a menor educación, mayores adeptos y fieles seguidores sin capacidad de discernimiento, que da dinero o votos a cambio de un poco de pan y circo.
Donde prima la ignorancia y la falta de educación es fácil que llegue X persona y se presente como figura de autoridad, en actitud paternalista o salvadora y que los convenza de casi todo, que los adoctrine sobre qué hacer, qué decir y hasta qué pensar. Porque es más fácil para una mente conformista memorizar pasajes bíblicos y tomarlos como si fueran órdenes celestiales. Es más fácil seguir los "designios del Señor" que detenerse a pensar un poco.
¿Para qué pensar por sí mismos si la Biblia y su pastor te pueden decir qué hacer?. ¿Para qué trabajar o educarse si te van a dar tapers, regalitos y fiestas gratis?
Hoy escribí con el hígado y creo que será en vano. Si buscaste la frase del inicio, lo más probable es que estés convencido de que los homosexuales son el demonio, que si tus hijos se informan se "contagiarán", que los que pensamos diferente a tí somos gays, comunistas y nos iremos al infierno. No espero un ejercicio de reflexión ni interpretación de tu parte, solo quise expresar mi opinión, tengo derecho a eso, igual que tú.
Soy católica, de niña he jugado con carritos, no me gustaban las muñecas, no visto de rosado, tengo amigos homosexuales y no me he "convertido", sigo siendo yo. No tomo la biblia como si fuera una receta exacta, uso un poco de criterio para entender la época en la que fue escrita y por eso me molesta que la gente la utilice como pretexto para inculcar el odio y la intolerancia hacia quienes consideran "diferentes".
No vengo a imponer mis ideas a la fuerza, ni a marchar por ello, cada quien es libre de hacer lo que le plazca con su vida, mientras no lastime a los demás. No me importa el color, sexo, género, religión, para mí todos somos criaturas de Dios y merecemos respeto. Y así como debemos respetarnos los unos a los otros, también debemos respetar a nuestra ciudad, que es una extensión de nuestra casa y debemos cuidar como tal.